El Universo es la Obra Maravillosa y Perfecta de nuestro amado Divino Padre Creador. La Mecánica Celeste es de una matemática perfecta. Nada se estorba y todo a todo se complementa. Nada está de más y todo está armónicamente colocado, sin que nada logre desequilibrarlo. Es un Círculo Perfecto donde imperan la Sabiduría, La Belleza y la Justicia.
Dentro del Universo está la Vida que procede del Padre, quien ocupa un Sol Inmenso situado en el centro del Círculo del Universo. Desde allí el Padre irradia Su Magnetismo a toda Su Obra.
También de Él procede Su Pensamiento Creador, que es el Éter, que es la Única Sustancia Real que Existe, porque el Éter lo tiene Todo y es un electrificador que nutre la corriente de Vida Electromagnética que abarca y vivifica a todo el Universo.
Con el Magnetismo del Padre el Universo gira en torno a su centro. Este giro electromagnético tiene un movimiento Centrífugo (hacia fuera, es decir, hacia la circunferencia que limita al Universo) donde la materia (Átomos) que componen las esferas llamadas mundos o planetas, se deshacen en polvo cósmico, pues en la periferia existe frío, que produce disociación y destrucción en la materia molecular.
Al mismo tiempo, existe también un movimiento Centrípeto (hacia adentro) que va arrastrando a todo el polvo cósmico, que forma las nebulosas (algunas de las cuales son visibles con nuestros telescopios, por ej.: la nebulosa “cabeza de caballo”) y lo va llevando hacia el centro del Universo donde se encuentra el Sol Inmenso, morada del Padre, que es el más poderoso Centro de Creación del Universo.
En este Centro de Creación, que es una Dínamo Enorme (El Espíritu del Padre) hay una alta temperatura producida por una infinita Dínamo que es el Espíritu Divino. Allí todos lo átomos nuevamente encuentran su orden para formar la materia de las Galaxias e innumerables planetas, que formarán los nuevos sistemas planetarios que van a reemplazar a los que han desaparecido en la periferia del Universo.
De esta manera, bajo las Leyes Perfectas del Padre Divino se realiza la Eterna Transformación, y así el Padre está haciendo nuevas todas las cosas y está siempre creando por toda la Eternidad.
En su momento, el Padre destruirá todo el Universo, para hacer otro nuevo; como lo ha hecho y lo hará, siendo Su Ser Divino Eterno. Hasta el actual Universo, ha habido cientos de millones de Universos anteriores.
Los mundos que han llegado a la perfección, no son destruidos, sino que el Padre los preserva, con sus seres y especies que lo pueblan, pasándolas al plano espiritual, donde esperarán el momento de integrarse al nuevo Universo que nacerá.
Alabemos al Divino Padre Creador, grandes y maravillosas son sus Obras.
Señor Dios Todopoderoso, Justos y verdaderos son tus caminos…
Estas imágenes y texto nos hace pensar en: ¿qué es lo que somos en el Universo?, la verdad, es que somos una micro parte de esta hermosa creación por lo tanto, la única alternativa es buscar y seguir el camino de la Verdad, el que nos lleva hacia nuestro amado Divino Padre Creador, bendito y alabado sea por los siglos de los siglos… Amén
Frente a la inmensidad del Universo y la creación perfecta del Divino Padre Creador, queda de manifiesto, sin lugar a dudas, que el ser humano es una fracción infinitesimal de esta Creación.
Dar las infinitas gracias al Padre por haber enviado a Madrecita Laura Antonia, la única y verdadera Profeta para esta era apocalíptica, quien vino a entregar la sabiduría del Padre a esta humanidad soberbia.
Es hora de aprender del conocimiento que se entregan en estas paginas. Bendito sea el Divino Padre Creador y su maravillosa creación.
Es maravillosa y grandiosa la obra
del DIVINO PADRE CREADOR y las enseñanzas entregadas aquí, lleguen a todos aquellos que desean conocerlo, como es realmente, así como lo enseño nuestra Madrecita Laura Antonia.
Nuestro pensamiento tal vez no alcanza a dimensionar todo lo creado por el Padre y la perfección que ha puesto en cada uno de sus detalles.
Sólo nos queda alzar nuestros brazos para alabar su Obra, admirando la inmensidad de su Espíritu, y buscar la manera de acercarnos a El.