Se siguen cumpliendo las Profecías de Madrecita Laura Antonia sobre el Apocalipsis.

La ciudadana chilena doña Laura Antonia Alcaíno Pozo, extraordinaria medium y Profeta de Dios, comenzó su Ministerio religioso y Profético por Mandato Divino, el 2 de octubre de 1967 en Santiago de Chile, con la fundación el Centro Espírita Paz y Amor, hoy  nuestra Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, por medio de la Incorporación en la materia física de ella de un Maestro de la Cosmogonía Universal, que por orden del Divino Padre Creador y del Divino Maestro Jesús, fundaba este Centro que congregaría a los discípulos de la Profeta.
Madrecita Laura Antonia falleció el 24 de diciembre de 2003. Los  discípulos que hemos permanecido fieles a los Mandamientos que ella nos señaló, continuamos hoy su Obra religiosa y Profética, gracias a una Profeta Sucesora que el Padre designó para ser el puente espiritual y así, a través de ella, guiarnos desde Lo Alto.
Madrecita fue la Profeta que el Padre Divino envió a la Tierra en el siglo XX, para anunciar a la Humanidad que las Profecías antiguas de la Biblia relativas al Fin de los Tiempos de la Humanidad, comenzaban a cumplirse desde el año 1972, fecha en la cual empezaba la cuenta regresiva para la llegada del Día Final de la Humanidad o Día de Yahvé, señalado en la Biblia.
En la ciudad de Santiago, en el mes de mayo de 1972, publicó su Primera Profecía o Revelación, en la Revista “Astral” del Centro Espirita (Espiritual) Paz y Amor, donde ella anunciaba en el Nombre de Dios a toda la humanidad, que había comenzado el Fin de los Tiempos para los hombres terrenos y anunciaba los siguientes acontecimientos apocalípticos:
“Continuarán las guerras y la violencia, habrá fenómenos meteorológicos que han de traer destrucción y muerte, habrá hambre y mortalidad, enfermedades de origen radioactivo para las cuales el hombre no encontrará remedios, habrá fuertes temblores que sacudirán la Tierra y la ciudad de la Bestia 666 (nombrada en el Apocalipsis de Juan Apóstol) que gobierna a los hombres, será destruida, como también las grandes ciudades que son cuna de escándalos e inmoralidad. Harán erupción casi todos los volcanes de la Tierra.
Horrorizados los hombres huirán como manadas de bestias heridas”…
Han transcurrido 44 años desde la fecha en que ella publicó esta Profecía, y hemos podido observar como en todo el planeta Tierra se van cumpliendo paulatinamente estas Profecías Sagradas.
Y continúa Madrecita en su Primera Profecía, con el anuncio del Día Final de la humanidad y que más adelante reveló que un Asteroide gigante chocará con la Tierra, generando un cataclismo mundial y mega terremoto, lo que producirá el Día Final o Día de Yahvé, en fecha que solo el Divino Padre sabe cuándo ocurrirá:
“Habrá un terremoto de tal magnitud, como ninguno otro haya habido jamás, y el Divino Maestro Jesús bajará a proteger a sus siervos, entre temblores, fuego, rayos y truenos y marcará en el Éter una línea divisoria de Este a Oeste. A un lado quedarán la destrucción, el horror y la maldad del hombre, y al otro lado, vistiendo blancas túnicas, quedarán los siervos, los que hoy le sirven y veneran, porque al venerar al Maestro, se venera, se ama a nuestro Todopoderoso Divino Padre Creador.”

Otras profecías de Madrecita sobre el Día Final:

13 de abril de 1977, escritura mediúmnica a través de Madrecita Laura Antonia: “Los trabajos de los locos serán alejados de la Tierra. Los locos será alejados para siempre. La Hora llega.”
11 de enero de 1974, Sueño profético de Madrecita Laura Antonia: “En visión espiritual ella veía el Momento Final de la humanidad. El cielo nocturno se llenaba de las Naves de los Maestros de la Cosmogonía, en movimiento. Una cantidad enorme de Naves que se movían y cruzaban el cielo en formaciones. Había Naves rojas como bolas de fuego. Las Naves escribían una fecha en el cielo y la palabra “Final”. La enorme cantidad de Naves, con sus resplandores, transformaban la noche en día. A la gente le entraba pánico”…
Octubre de 1978, sueño profético de Madrecita Laura Antonia: “Ya faltaba poco para que viniera El Fin. El cielo se oscurecía con millones y millones de insectos que venían huyendo. Nosotros cerrábamos ventanas y puertas. Luego aparecían muchas aves huyendo y volando bajo y casi chocando con las paredes de las casas. Era el comienzo del Fin.”
16 de noviembre de 1973, sueño profético de Madrecita Laura Antonia: “Asteroide se aproxima a la Tierra. Producirá graves trastornos en nuestro planeta. La temperatura máxima se elevará a más de 500° por sobre el máximo actual.”
Ahora pasaremos revista al cumplimiento de la parte de esta Primera Profecía del año 1972, referente a: “Habrá fuertes temblores que sacudirán la Tierra.”
En primer lugar, debemos mencionar a dos terremotos y tsunamis verdaderamente apocalípticos, que han ocurrido durante estos 44 años a la fecha de hoy:
1.- El 26 de diciembre de 2004: Terremoto 9.1 MW, en Indonesia frente al Norte de la costa de Sumatra. El tsunami generado por la magnitud del sismo, causó más de 400.000 muertos en Sri Lanka, islas Maldivas, India, Tailandia, Malasia, Bangladesh y Myanmar (antigua Birmania). Es uno de los cinco peores terremotos conocidos desde 1900.
2.- El 11 de marzo de 2011, terremoto 8.9 grados, en Honshu, Japón, que originó 15.845 muertos y 3.380 desaparecidos. El tsunami desencadenó la peor catástrofe nuclear, después de Chernobyl.
  

Lista de los 10 terremotos más letales de los últimos 20 años en Latinoamérica.

Fuente: La nacion.cl, 18.4.2016.
“En total los  sismos con mayor número de muertos en la región, causaron el deceso de 308.823 personas, pérdidas multimillonarias e, incluso, en algunos casos, los efectos aun no se han podido superar completamente.
1.- Haití, 12 de enero de 2010: fallecieron 318.000 personas, 350.000 heridos y hubo 1.5 millón de personas sin hogar, tras un movimiento telúrico de magnitud 7 Richter. Seis años después, según Amnistía Internacional, aun hay 40.000 desplazados. Es una de las catástrofes más graves de la historia.
2.- Colombia, 25 de enero de 1999: Ciudad de Armenia, terremoto magnitud 6.2, 1.200 muertos.
3.- El Salvador, 13 noviembre 2001: Sismo 7.6 en la zona central causó 527 muertos. 1.3 millones de damnificados y pérdidas de 34.5 millones de dólares.
4.- Perú, 15 de agosto de 2007: Sismo magnitud 8, afectó la costa de Perú, causando 595 muertos, 2.291 heridos, 431.000 damnificados y 176.000 viviendas destruidas.
5.- Chile, 27 de febrero de 2010: Sismo de magnitud 8.8 en las costas del centro de Chile y posterior tsunami. Fallecieron 526 personas y hubo 800.000 damnificados y 57.000 viviendas destruidas.
6.- El Salvador, 13 de febrero de 2001: Sismo magnitud 6.6, dejando 315 fallecidos, 250.000 damnificados y 57.000 viviendas destruidas.
7.- Ecuador, 16 de abril de 2016: Sismo de magnitud 7.8, dejó 350 muertos y. 2.000 heridos. Hubo más de 300 réplicas.
8.- Bolivia, 22 de mayo de 1998: Sismo magnitud 6.8 en Cochabamba, dejó 105 muertos.
9.- Perú, 23 de junio 2001: Sismo 6.9, causó 102 muertos.
10.- Venezuela, 9 de julio de 1997: Sismo 6.8, causó 82 muertos, 500 heridos y 7.000 damnificados. Es el peor terremoto en 30 años en ese país caribeño.
Ecuador 
Ecuador 
Japón 2011

Haití

Haití

Honshu Japón

Sumatra

Sumatra

Japón 2011

Honshu Japón

Sumatra

Es hora de reflexionar profundamente…

Ante la inobjetable realidad de que ha llegad o el fin del Final de los últimos tiempos de la humanidad, lo que obviamente se deduce de los hechos funestos que diariamente nos presentan los medios de comunicación; cada hombre y mujer de la Tierra que todavía no está envuelto en esta “locura colectiva” de la Hora Regresiva, deben hacer un alto en el camino para mirar a su alrededor, desde su destino individual y colectivo de su vida terrena y reflexionar profundamente, sobre el significado de los acontecimientos mundiales y el objetivo de su vida, desde el punto de vista de sus labores cotidianas que le permiten su vida familiar y social.
Es más que evidente que existe una Fuerza Inmensa, proveniente de un Ser Todopoderoso que Juzga los hechos de los hombres, y que es el Dueño y Señor de todo lo que existe. Este Ser Divino,  Es el Juez Supremo, de Justicia Perfecta, Infalible e Inexorable, que da a cada cual lo que merece, pues no existe el “perdón de pecados” en la Justicia Divina. El Supremo Hacedor  hoy está castigando  a la humanidad terrestre, por el atropello a Sus Leyes Perfectas, Sabias y Eternas, que en este momento los hombres perpetran en todas las naciones.
El Supremo Hacedor ha hecho al hombre con libre albedrío, pero esa libertad del hombre no puede exceder el marco que las Leyes de la Naturaleza le imponen. Con su libertad, el hombre tiene un vasto campo para realizar su obra creadora en la Tierra, pero esas obras deben ser estrictamente para promover la Civilización y el progreso espiritual y material del hombre, de acuerdo a la Moral que emana de las Leyes Divinas. Estas Leyes emergen de la organización de la Naturaleza que el Padre ha Creado y organizado en forma perfecta: El movimiento sincrónico de los astros en todo el Universo, las Leyes de la Vida que rigen inflexiblemente, no solo a los hombres, sino a toda la Naturaleza: Nacer, Vivir la vida de la Tierra, Desencarnar, que los hombres llaman morir, y Reencarnar. Son los ciclos de la Vida y la eterna transformación.
Cada hombre terreno, en su misión en la vida física, debe trabajar para crear el progreso y la civilización, conservar la Naturaleza y no destruirla. Respetar la Obra Perfecta del Padre Creador.
El hombre se ha preocupado de buscar fuera de sí mismo, corriendo tras un progreso científico y tecnológico, invadiendo terrenos totalmente vedados al hombre de este planeta aun primitivo.
Ahí tenemos la terrible iniquidad de la ruptura del Átomo, que es sagrado, pues los Átomos son los minúsculos ladrillos con que el Padre ha hecho el Universo; la conquista espacial,  que ha invadido el Santuario del Creador, que es el Espacio Sideral, pues el destino del hombre es vivir en su planeta nodriza y aquí buscar su progreso espiritual; la ingeniería genética, que invade el santuario de los cromosomas, manejándolos a su arbitrio, sin saber que en ellos está inscrita la justicia Divina con las enfermedades genéticas; los trasplantes de órganos, etc. yendo así directamente contra la Justicia Divina.
 Sin embargo el hombre ha descuidado totalmente el buscar dentro de sí, ha olvidado conocerse a sí mismo. Debe conocer que no es solo materia, sino que la verdadera vida está en su espíritu inmortal, que ya ha vivido muchas vidas antes de la actual reencarnación, y que el destino de sus vidas futuras depende de sus obras actuales. No es verdad que exista una sola vida, como mal enseñan las religiones terrenas, sino que el progreso de nuestros espíritus inmortales se va logrando a través de miles de vidas sucesivas.
La Tierra es un planeta aun primitivo llamado “de expiación”, donde reencarnamos para pagar  las faltas cometidas contra nuestros semejantes en vidas pasadas . He ahí el origen de tantos males  y sufrimientos morales y físicos que debemos sufrir en la vida terrena. Así se van purificando nuestros espíritus para ir acercándose cada vez más a nuestro Padre Celestial. ¡Ese es el objeto de la vida terrena!
Cuando un hombre o una mujer de la Tierra logren conocerse a sí mismos, entonces encontrarán a Dios, y también Lo reconocerán en la Causa de la Construcción Universal.
¡Nunca es tarde para encontrar al Único Dios Viviente y Existente: nuestro amadísimo Divino Padre Creador!

“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”
Madrecita Laura Antonia

3 Comments

Anónimo

La humanidad carece de razón y humildad frente a los terribles acontecimientos aquí descritos. No reconocen que la Lay de Justicia se está aplicando sobre la humanidad y que deben dar vuelta su mirada ante Dios Padre, asimilando el castigo Divino y preocupándose de rectificar sus acciones.

Que el Padre ampare a sus hijos fieles cuando llegue el momento final!!

Bendito sea su nombre por los siglos de los siglos, Amén

Atenea

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Anónimo

En esta nueva entrada a se ratifica nuevamente la veracidad de las Profecías de Madrecita Laura Antonia . Todo se estâ cumpliendo como ella lo profetizó. La humanidad soberbia e impía está recibiendo lo que en justicia le corresponde, por no reconocer al Único Ser digno de Adorar, Nuestro Amadísimo Divino Padre Creador y no obedecer su Leyes Divinas.
Hna . Lorena Perelló V.

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Anónimo

Bendito sea el Divino Padre Creador por mandar a la Tierra a tan sublime Maestra, a cumplir una Misión Profética tan maravillosa y divina.
Queda descubierto como testimonio que nuestra Madrecita Laura Antonia, en el siglo XX, fue la Profeta del Divino Padre Creador, para traernos la palabra del Padre, que anunciaba a los hombres que ya comenzaba a vivirse en la Tierra el Apocalipsis, en el año 1972.
Durante 34 años se han ido cumpliendo paulatinamente sus Profecías sobre el fin de los tiempos de humanidad, en todos los países y lugares de la Tierra. Y esto sigue sucediendo en forma cada vez más catastrófica, aunque la gran mayoría de la humanidad continúe ciega y sorda en medio de la impiedad y el libertinaje, hacia el abismo de la auto destrucción.
La humanidad ha perdido todos los valores morales y el mundo está lleno de violencia.
Todos los hombres y mujeres de todas las razas del planeta Tierra que aún conserven algo de sano juicio, no importa de qué religión sean, deben encomendarse al Divino Padre Creador, pues en medio del Caos reinante, solo Él Es la Roca, el Poder y la verdadera Fidelidad.
Comentario a la entrada: "Nuevas profecías cumplidas dramáticamente."
Bendito sea el Divino Padre Creador por los siglos de los siglos, así sea.
Las señales son claras e inconfundibles: Ya se viven en la Tierra los últimos tiempos de la humanidad, tal como está anunciado en las profecías antiguas de la Biblia; y como lo confirmó la Profeta chilena del Apocalipsis, nuestra madrecita Laura Antonia, en el siglo XX.
Ya solo queda orar a Lo Alto y actuar con justicia, rechazando la locura colectiva y cumpliendo las Leyes Divinas, para tratar de obtener la Protección de nuestro Divino Padre Creador. Pero debe entenderse muy bien: Todo dependerá de nuestras obras de justicia, rechazando el mal y protegiendo y ayudando a los justos que aman a Dios Padre Creador y a sus prójimos, en estricta justicia.
Hermano Cristian Navarro Méndez, Sacerdote de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén.

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