La Bomba Nuclear es “La Abominación de la Desolación” profetizada por el Divino Maestro Jesús, el Mesías y por Madrecita Laura Antonia, la profeta del Apocalipsis. (Imagen OKdiario) |
Imagen del Divino Maestro Jesús, el Mesías, pintada por Leonardo da Vinci. (imagen: abc.es) |
Profecía del Divino Maestro Jesús, el Mesías, sobre la Tercera Guerra Mundial Nuclear, que comenzará en Medio Oriente: Evangelio de Mateo, Capítulo 24, vs. 15 (Jesús dice a sus discípulos, — que van a estar reencarnados en ese momento de la guerra) “por tanto, cuando viereis que la Abominación de la Desolación” – la Tercera Guerra Mundial Nuclear – “que fue dicha por el profeta Daniel, está en el lugar santo” – la ciudad de Jerusalén histórica – “el que lee entienda.16 Entonces los que estén en Judea, huyan a los montes. 17 Y el que en el tejado, no descienda a tomar alguna cosa de su casa; 18 y el que en el campo, no vuelva a tomar su túnica. 19 ¡Más ay de las preñadas, y de las que crían en aquellos días!” – por la radioactividad. “20 Rogad pues, que vuestra huida no suceda en invierno o en sábado. 21 Porque habrá entonces Grande Tribulación, cual no fue desde el principio del mundo hasta ahora, ni será. 22 y si no fuesen abreviados aquellos días, ninguna carne sería salva, más por los escogidos aquellos días serán abreviados.”
Profecías de Madrecita Laura Antonia, confirmando esta profecía del Maestro:
1972, La Hermanita Antonia en meditación, previa a la incorporación de los Maestros de la Cosmogonía. Santiago, Chile. |
24 de mayo de 1974, sueño profético de Madrecita Laura Antonia: “Había una guerra atómica en el mundo. En varios países explotaban las bombas nucleares. También en Chile. Hasta los países pequeños tienen bombas atómicas escondidas. Son pactos secretos. Todos los países de Sudamérica tienen bombas atómicas.
Fuego en el cielo. Explotaban los balones de gas licuado. Había muchas explosiones.
Todo se quemaba.”
20 de mayo de 1977, sueño profético de Madrecita Laura Antonia: Aves de todas clases y de todas las latitudes huyendo enloquecidas. Lluvia de peces radioactivos.
¡Había estallado la Guerra Nuclear!
Destrucción total en otros lugares”.
26 de agosto de 1971. Mensaje de los Maestros de la Cosmogonía, entregado a los discípulos de Madrecita Laura Antonia, en incorporación en trance cataléptico:
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.
Queridos discípulos: Vuestro planeta se encuentra en grave peligro. El hombre será culpable absoluto del fin de la civilización y la destrucción de casi todo el género humano.
Vuestra palabra de alerta debe llegar a los cinco Continentes.
¡Hombres! ¡Qué son vuestras manos e inteligencia! Con ellas estáis fabricando la muerte de tus propios hermanos inocentes, que serán arrasados en el fuego de vuestro propio infierno.
En el Nombre de Dios os ruego, ¡Destruyan sus armas!
“Gloria Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
22 de febrero de 1984, Incorporación de los Maestros de la Cosmogonía, en trance cataléptico de Madrecita Laura Antonia. Mensaje dirigido a los discípulos: “Ustedes, los que han perseverado en la Luz, deben preparar sus espíritus para la “Gran Tribulación” …
Pero esta catástrofe de la Guerra Nuclear, generada por la ambición desmedida y la soberbia del hombre terrícola, ya ha ocurrido antes en la historia del género humano, en el año 1.200 a.C.
La destrucción de los países involucrados, fue tan completa, que no quedó memoria de ellos. Podemos nombrar a los desiertos del Oeste de Estados Unidos, al desierto de Atacama en Chile, el desierto de Australia, el de Gobi en Asia, entre otros, que fueron zonas bullentes de vida, que fue volatilizada por las bombas nucleares. Europa y la cuenca del Mediterráneo, que fue “tierra de nadie” en ese conflicto, sufrió un cambio climático violento, que produjo la migración masiva de su población hacia el Mediterráneo. Esa fue la invasión de los Dorios, que arrasó con antiguas civilizaciones en Grecia (civilización Micénica), — menos Atenas, que resistió — y Medio Oriente, como la de los Hitittas, y la Cretense, en el Mediterráneo.
Esa fue la época de las plagas de Egipto: parte de ellas, fueron consecuencias de la radioactividad y otras por la Voluntad del Padre.
También en esos días terribles se realizó el Éxodo del antiguo pueblo de Israel, desde Egipto, bajo la guía del profeta Moisés, por el desierto de Sinaí hacia Palestina. Recordemos que el pueblo estuvo 40 años vagando por el desierto alimentados por el Maná, que les fue suministrado desde la “columna de nube y fuego” que los guiaba: Una Nave de los Maestros de la Cosmogonía.
Pero, estimados lectores, veamos la Revelación que de estos acontecimientos nos han entregado los Maestros de la Cosmogonía, desde sus Naves Intergalácticas, a través de Madrecita Laura Antonia, durante su ministerio religioso y profético:
22 de Julio de 1971: Mensaje de los Maestros de la Cosmogonía, dejado en trance cataléptico y por escrito a través de Madrecita Laura Antonia, en forma personal, pero ella determinó luego revelarlo a sus discípulos:
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”.
Algunos de los discípulos que se encuentran hoy contigo, fueron testigos en el siglo XII antes de Cristo, del Cataclismo que destruyó las dos terceras partes de la Tierra. Muy pocos hombres, animales y especies vegetales lograron sobrevivir de ese Cataclismo.
Todo el progreso logrado por el hombre, con la ayuda de otros Hermanos de Mundos Superiores, sucumbió en el fuego. La energía nuclear que hoy nuevamente ha sido redescubierta, fue tambiénempleada para autodestruirse. Esas mismas fuerzas que dieron origen a la construcción de las Pirámides y pistas de aterrizaje para las Naves de otros mundos, y de vehículos atómicos, maquinarias, etc.
Con la práctica de experimentos atómicos también, sobrevino la destrucción.
Se hundieron en las profundidades Continentes. Los volcanes lanzaron enormes humaredas, luego llamas en sus bocas; vomitaron fuego, piedras candentes. Se sacudió la Tierra agitada por grandes terremotos, que abrían abismos en las montañas y hacían desaparecer grandes extensiones de tierra.
El hombre en su ambición, fue aniquilado entonces. Todos los elementos vinieron contra el hombre, respondiendo a su violencia y maldad. El viento, el fuego, las aguas, el obstinado furor del mar, vencieron la batalla. El hombre rompió la armonía del Padre. Negó su existencia.
Pretendieron también dominar otros Mundos superiores. Salieron de la Tierra hacia Mundos lejanos con el propósito de conquistarlos y someterlos a su voluntad, y rompieron la armonía.
El Padre Creador, con Su Divina Sabiduría y Justicia, a cada ser y cosa dejó en su lugar. El hombre en materia no puede alcanzar los mundos superiores. Cada mundo está acondicionado perfectamente para quienes lo habitan.
Los Seres Progresados – que son fluídicos – pueden por Justicia descender a los mundos inferiores. Los seres inferiores, como el hombre en materia, no pueden ascender a los mundos superiores. Es tan imposible como unir la noche con el día.
La Tierra fue condenada a esa catástrofe, porque los hombres se volvieron enemigos del Padre, porque pretendieron burlar Sus Leyes Divinas.
Bien sabéis cual será la horrenda suerte de los países de vuestra Tierra. Hoy en día los hombres disponen de medios tan espantosos para matar, que ninguna ciudad, pequeña o grande, podrá salvarse de la destrucción. Todo desparecerá, todo quedará convertido en nubes de polvillo negro. Todo el progreso alcanzado por el hombre, todo el genio creador que existiera en el decurso de treinta siglos, no quedará más que lacerados fragmentos o nombres huecos y ni siquiera tal vez eso quedará.
Es preciso proveer desde ahora, desde hoy a los hombres de la Verdadera Substancia milagrosa proveniente del Padre: Los Divinos Efluvios del Amor, en su verdadera acepción, para poner a salvo por lo menos a los señalados por la Ley de Justicia. Pero aún no están ciertos de su elección ni logran entendernos.
Hoy, si el hombre no logra perfeccionarse y detener la ambición y reconocerse hermano de su hermano e hijo obediente del Padre, acontecerá nuevamente otra batalla del hombre y los elementos que le permiten su vida.
Comenzará esta batalla con las salvas de los volcanes, ciclones y terremotos. Se unificarán todas sus fuerzas y desencadenarán la tempestad máxima. Sobrevendrá desde los mares, un viento tan poderoso y vertiginoso que decapitará las montañas y romperá las escolleras naturales, como si fueran dunas de arena. Habrá torrentes y lluvias, truenos y relámpagos. El rugido ensordecedor de los océanos enfurecidos.
Los horrores del futuro comenzaron. El Apocalipsis tendrá una prórroga”.
(Nota del hermano redactor: Esta decisión del Divino Padre Creador, fue tomada en la fecha de este Mensaje, el 22 de julio de 1971. A la fecha de la redacción de este artículo, 9 de junio de 2019, han transcurrido ya 48 años, y es evidente que en nuestro planeta Tierra, se están cumpliendo con creces, los acontecimientos anunciado por los Maestros de la Cosmogonía en esta Revelación Sagrada).
“Los hombres terrícolas deben coger nuestros frutos y nutrirse. Cuiden los hombres su materia, que es muy delicada y precederá. Todo está sujeto a destrucción.
Deben los discípulos elegidos servir de Guía a los hombres del Planeta. A los que deseen escuchar a los 144 mil llamados, que traspasarán el Arco Celeste, con sus inmaculadas túnicas blancas.
Deben los discípulos predicar como el Mesías: Palabra y Amor hecho obras, materializadas en el más puro Amor.”
“Gloria a Dios en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
Y hoy, junio de 2019:
El tenso momento que hoy vive la humanidad del planeta Tierra, a comienzos del siglo XXI de nuestra Era: Una guerra comercial entre dos poderosas potencias de la actual civilización, ambas con un terrorífico poder de destrucción por las armas nucleares.
El género humano terrestre tiene muy mala memoria: Recordemos que la guerra comercial fue una de las principales causas de la Primera Guerra Mundial, entre 1914 y 1918, que causó 31 millones de muertos, entre civiles y militares y 23 millones heridos.
He aquí la profecía de Madrecita Laura Antonia sobre la mortandad que acarrearía la Tercera Guerra Mundial Nuclear: …”esta humanidad próxima a sucumbir en manos de los hombres, cuya inteligencia esta limitada a crear armas poderosamente destructivas, que llevarán a la muerte a dos terceras partes de la humanidad”. (parte de la Segunda Profecía o Revelación de Madrecita Laura Antonia, publicada en Revista Astral N°2, de junio de 1972, en Santiago de Chile)
Que el Divino Padre Creador y Supremo Juez, se apiade de sus siervos fieles que lo sirven y adoran, respetando Sus Mandamientos, y la enseñanza de nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías: Amar a Dios por sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”. Pero ese amor debe entregarse en estricta justicia.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
Madrecita Laura Antonia
La “abominación de la desolación” se refiere a la guerra nuclear, los horrores de una tecnología destructiva que los países aun sabiendo de los daños que provoca no prescinden de ella, todo por el poder y la ambición de posicionarse sobre otras naciones y mantener un control esclavista. Es la realidad de esta deshumanidad que va por el despeñadero directo a la autodestrucción.
Casi 50 años de advertencias a los hombres, desde el inicio de la Misión de la Profeta del Apocalipsis Madrecita Laura Antonia, con sus extraordinarias condiciones mediúmnicas, nos reveló de estas realidades, pero los líderes mundiales no piensan en la humanidad sino en sus propios intereses.
Las guerras comerciales han sido el detonante de grandes conflictos bélicos en la historia de la humanidad, por lo que nuevamente se encienden las alarmas de una guerra nuclear puesto que ni más ni menos, son las dos naciones con mayor poderío armamenticio del mundo y por supuesto cuentan con la temida tecnología nuclear, suficiente para devastar a una importante región del planeta.
Luis V.
La maldad y soberbia del hombre a través de la historia se repite, no aprende de sus errores, no progresa como especie pues ha desconocido al verdadero Dios, al Divino Padre Creador, único Dios verdadero y hacedor de todo.
Actualmente el genero humano se encuentra viviendo los últimos momentos, las potencias mundiales se encuentran enfrentadas por la lucha economica-ideologica, olvidándose todo concepto de amor a Dios, por el prójimo y por la naturaleza.
Como lo anuncio la Profeta del Apocalipsis, ya no hay tiempo, esto es algo que esta pasando, nadie puede cuerdo puede negarlo.
Martín