Un señor, “científico joven” que en estos momentos es admirado por sus declaraciones, estampadas en varios libros y expresadas en conferencias y entrevistas, ha sido tildado, como un nuevo Stephen Hawking.
Este señor afirma enfáticamente lo siguiente: – Si queremos aprender más del Universo, debemos cambiar nuestra visión sobre el Tiempo… El Tiempo no existe… es una ilusión -.Agrega este señor: -Estas no son ideas especulativas de sueños raros de los físicos. Estos son hechos que medimos en el laboratorio con instrumentos y que pueden ser verificados –.
Ante estas inusitadas declaraciones, te invito amable lector, a que examinemos lo que enseñó el gran filósofo griego Platón, en el siglo V a.C.
Él viajó por Grecia e Italia aprendiendo de los Pitagóricos, por Asía menor y Egipto, estudiando en los Templos sobre la sabiduría revelada por “los Dioses” que habían bajado a la Tierra en épocas remotas para enseñar a los hombres. Platón enseñaba: — El Tiempo fue creado a imagen de la Eternidad (Que es el Divino Padre Creador)- Que el Tiempo dura siempre, y es el movimiento del Cielo (Universo). La noche, el día, el mes y semejantes, son partes del Tiempo. Así que el Tiempo no puede existir sin la naturaleza del Universo, pues luego que hubo Mundo (Universo), hubo también Tiempo –. (Diógenes Laercio, Vida de los Filósofos más Ilustres, 40)
Ahora, en lo que respecta a los instrumentos de laboratorios de la Tierra, ni por muy sofisticados que sean, aún hay facetas de la Naturaleza del Universo que todavía no pueden medir. Recordemos el malhadado experimento de Michelson y Morley para detectar la existencia del Éter cósmico. Ellos no pudieron detectar el Éter, por lo cual declararon que el Éter no existe. Y eso es considerado como verdad hasta hoy.
Pero esto constituye un craso error, pues el Éter existe, pero no puede ser detectado por instrumento alguno, solo por el intelecto del hombre.
La ciencia terrena se encuentra en estado de silabario con respecto a la Ciencia Universal.
Estas son Revelaciones de Los Maestros de los Mundos de la Cosmogonía Universal, que, en el siglo XX en la Era del Apocalipsis, llegaron a la atmósfera terrestre en sus Naves Intergalácticas desde distintos confines del Universo, con el objeto de ayudar a la humanidad de la Tierra, previniéndolos sobre el uso de la energía atómica. Pero fueron rechazados por la soberbia de los hombres terrenos. Entonces Ellos, por Mandato del Divino Padre Creador, han protegido y guiado a los hombres y mujeres humildes de espíritu, que se acogieron a Madrecita Laura Antonia, la Profeta Chilena del Apocalipsis en su Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, de La Pintana, para venerar, adorar, amar y servir al Divino Padre Creador de Todo lo que existe.
Ellos nos han revelado que en nuestra Galaxia existe el número preciso de 100 billones de Soles, cada uno de ellos con sus planetas y satélites girando alrededor y todos habitados, con seres y cosas en distinto grado de progreso espiritual y tecnológico. Pero están en otras dimensiones del Espacio-Tiempo que el hombre de la Tierra no puede ver, porque no lo merece.
Y que nuestro planeta es un mundo de expiación, aún primitivo, solo en el Tercer Grado de Progreso, en una Escala Universal del 1 al 9.
En el Universo existe el principio de Causa y Efecto. Toda Causa tiene su Efecto y todo Efecto tiene su Causa. El científico, para estudiar los Efectos, debe conocer la Causa. Decimos: El Universo Infinito y Maravilloso es el Efecto de una Causa Infinita y Maravillosa también, que Es nuestro Divino Padre Creador Perfecto, Eterno y no el inexistente dios de las religiones de la Tierra, cuyos seguidores mantienen los falsos dogmas milenarios hechos por hombres y que han sido mordaza de las conciencias y obstáculos insuperables en el avance de la ciencia durante siglos.
A pesar de esto, ha habido científicos que, a través de la Historia, ha reconocido la existencia del Único Dios Viviente y Existente que Es el Divino Padre Creador del Universo Infinito y Maravilloso Obra Perfecta de Sus Manos, y han experimentado el gozo inefable de que la Naturaleza les revele sus secretos. Ahí tenemos a Copérnico, Galileo, Kepler, Newton y otros que han hecho avances en distintos campos del saber.
Johannes Kepler, por ejemplo, 1571 – 1630, figura clave en la revolución científica, fue un astrónomo y matemático alemán, conocido en especial por sus Tres Leyes sobre el movimiento de los planetas en sus órbitas alrededor del Sol.
Kepler, profundamente creyente en el Divino Padre Creador y admirador de Su Obra Perfecta del Universo, escribió:
–Ahora amigo lector no olvides el fin de todo esto, que es el conocimiento, admiración y veneración del Artífice Sapientísimo, el Arquitecto de la Obra más Perfecta:
Dios Creador del mundo y eterno señor nuestro,
¡Cuán grande tu fama por el orbe entero de la tierra ¡
¡Cuánta es tu gloria que, sobre los muros del cielo
Extendida vuela admirable con alas desplegadas.
Lo reconoce el niño y harto, dejando el pecho, con labios
Balbuciente pronuncia, a tu dictado, razones poderosas,
Razones que confunden a tu engolado enemigo,
Que te desprecia a Ti, a la ley y a la justicia;
Y yo, para creer presente tu Numen en todo el orbe
Espacial, atónito miraré las obras del vasto cielo,
Obra del Gran Artífice, milagro de diestra poderosa;
Como distinguisteis con medidas los cinco orbes sidéreos
Y entre ellos el central dispensador de luz y de espíritu
Con que ley gobierna las riendas de su eterna carrera,
Que alternancia sigue la variable luna, que tareas;
Cuantas estrellas sembraste por el inmenso campo sidéreo.
Creador Supremo del mundo, ……….
Dios Creador del mundo y eterno Señor nuestro
¡Cuán grade tu fama por el orbe entero de la tierra¡ ……
(El Secreto del Universo – Johannes Kepler – Alianza Editorial, pág. 218).
Y nosotros agregamos humildemente: – ¡Alabemos al Divino Padre Creador! ¡Grandes y Maravillosas son Tus Obras, Señor Dios Todopoderoso! ¡Justos y verdaderos son Tus caminos! ¡Rey de los Reyes! ¡Oh, Señor! ¡Bendito sea Tu Nombre! Porque solo Tú Eres Santo. Por lo cual, todas las naciones, todos los hombres de la Tierra deben adorarte. Porque Tus Juicios, Divino
Padre Creador, son manifestados. ¡Alabemos al Divino Padre Creador!
¡El Tiempo es el giro del Universo y por lo tanto es Eterno!
Bueno, ya es hora de terminar este artículo, porque apenas tengo el tiempo para poder llegar a una reunión. Me interesa ser sincrónico y llegar a tiempo.
Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad
Tremendas lecciones nos deja el autor acerca de la incapacidad del mundo científico en corroborar axiomas del Universo, como son el tiempo y el Eter!
Por otro lado, es muy grato leer las alabanzas que hace Kepler a Dios Todopoderoso, y su delicada impronta!
Bendito sea el nombre del Divino Padre Creador, por los siglos de los siglos!