Padre Amado
Señor del Universo
Dios de toda consolación
Tesoro de infinita sabiduría
Gobernante absoluto de la humanidad
Sírvase recibir esta humilde misiva enviada por uno de sus espíritus encarnados en la Tierra.
Excelentísimo Señor:
Las visiones que hemos tenido de Usted han sido los segundos más maravillosos y plenos de nuestra existencia en la Tierra. Nuestro espíritu vibra y se emociona hasta su fibra más íntima cuando vemos con ojos materiales el paso majestuoso y solemne de usted Padre, materializado.
Las líneas de perfección que logra al mostrarse ante nosotros como una bella Paloma Blanca, han sido percibidas de distinta manera por los hermanos de nuestra Congregación. Algunos ven su cuerpo etérico, transparente; otros lo visualizan con un fulgor muy especial. Algunos lo ven de tamaño mediano, otros le han visto desplegar sus alas a una extensión de un par de metros. Algunos logran ver el delineado de cada pluma de sus alas, otros han visto sus orillas bordadas en oro. Algunos lo ven de un color blanco albo, otros de un tono más grisáceo. Algunos escuchan un trino especial que lo antecede, otros sólo su vuelo armónico y silencioso.
El denominador común al verlo a usted Amadísimo Padre, es el sobrecogimiento que siente nuestro cuerpo físico y la sensación de felicidad que queda dentro de nuestros espíritus. Nos deja sin aliento, nos quita la palabra de la boca, nuestro pensamiento se abstrae solamente hacia Usted, ya no se puede pensar en otra cosa. También solemos sentir un frío en la espalda, calor en el rostro o las piernas temblando. En ese momento, no podemos recordar si es verano o invierno, si hace frío o calor, si es mayo o septiembre, ni siquiera nuestro nombre. Nuestra mirada, nuestro corazón, sólo tienen una razón de ser. Y es apreciar su planeo, su revoloteo, el movimiento de sus alas, su desplazamiento por los aires y el impacto de desaparecer ante nuestros atolondrados ojos.
ALELUYA, ALELUYA, ALELUYA!!
BENDITO SEA EL DIVINO PADRE CREADOR POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, AMÉN!!
Hna. Loreto Santibáñez
Bendito y alabado sea nuestro Divino Padre Creador, por los siglos de los siglos, amén.
Buenos días: Que maravilloso poema escrito directamente hablado de su espíritu, en realidad no hay palabras para describir tales manifestaciones si esos segundos que pasan al ver y sentir esto cuan grande debe ser la grandeza de Dios Todopoderoso si viviéramos siempre en su sintonia
La Belleza está en lo simple. Con simples palabras se puede reflejar lo maravilloso que ha sido para los miembros de Nuestra Bendita Congregación tener el privilegio de observar la manifestación material del Sumo Hacedor de todo lo que existe, nuestro Amado Divino Padre, Dios Todopoderoso. Con gran emoción y mucha humildad agradecemos, desde nuestros espíritus y corazones, la dicha inigualable de ver al Padre Celestial, que nos ha dado el ser y la vida, lo que nos hace renovar, con mayores bríos, la fuerza de voluntad para continuar adelante, sin retroceder en el Camino de La Verdad. ¡BENDITO SEA EL NOMBRE DEL TODOPODEROSO, AHORA Y PARA SIEMPRE Y POR LOS SIGLOS DE LOS SIGLOS, ¡AMEN!!
Hermosas palabras que reflejan y describen la hermosa visión que en Justicia corresponde apreciar y contemplar, la materialización del Espíritu Santo hoy; igual que hace ya mas de 2.000 años atrás en el rio Jordán… …Aleluya !!