Procesión religiosa y Templo de la época Faraónica del Antiguo Egipto. (Imagen: ArqueHistoria) |
¿Por qué los grandes Faraones construyeron Templos a una escala tan gigantesca?
Como preámbulo a la respuesta a esta interesante pregunta, os invitamos a analizar las Leyes de la Vida:
Es sabido que en la Naturaleza, así como en las civilizaciones que el hombre ha creado en las distintas épocas de la Historia y en muchos pueblos del planeta Tierra, todo ha estado y está sometido al ciclo de vida de creación y destrucción: En efecto, las cuatro Leyes de la Vida – cuya existencia los Maestros de la Cosmogonía nos revelaron a través de Madrecita Laura Antonia, la profeta del Apocalipsis, someten inexorablemente a seres y cosas en todo el Universo infinito hecho por las manos Divinas del Supremo Hacedor, Dios Todopoderoso.
Estas cuatro Leyes Divinas de la Vida son: Nacer, Vivir la Vida de la Materia, Desencarnar y Reencarnar. Esto implica que los espíritus que animan a los seres y cosas en el mundo material o manifestado, deben cumplir un ciclo de vida encarnados en la materia, para después volver al mundo espiritual.
También significa que los espíritus son inmortales, como el Creador Divino, Su Padre.
Estas Leyes revelan también que existe un Mundo Espiritual – llamado “El Reino de los Cielos” por nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías.
Este Mundo Espiritual es Verdadero y Eterno, Genuino, donde Impera el Espíritu Divino del Creador, con Sus Ideas Eternas, que se han materializado en la Creación del Universo Manifestado, que los espíritus tienen la misión sagrada de ayudar a crear y hacer progresar con sus obras en los distintos Mundos, cumpliendo las Sabias Leyes del Creador Divino Omnipotente y Eterno.
También estas Leyes Divinas significan que existe un mundo material, efímero, perecedero, porque está sujeto al continuo cambio, a la destrucción y a la regeneración. Es un mundo en verdad ilusorio, porque segundo a segundo cada hombre y mujer ya no son los mismos, puesto que tanto sus espíritus, como sus materias o cuerpos físicos, van cambiando continuamente. Ya lo dijo el filósofo presocrático Heráclito: “No se puede entrar dos veces en un mismo río”. Lógico, pues si te mojas los pies en el agua del río y sales, y luego vuelves a entrar al agua; el agua del río ya es otra, en virtud de la corriente; ni tú tampoco eres el mismo, tanto en espíritu, como en cuerpo físico. Tu espíritu ha grabado una nueva experiencia y tu cuerpo es segundos más viejo.
Porque la vida en la materia es una lenta muerte, un lento aproximarse al momento de desencarnar, ese momento fatal, al que las religiones han rodeado de un hálito de terror — enseñando la mentira del “infierno eterno”– y que no es más que el sencillo y natural paso, en que el espíritu traspone el umbral de la puerta al Más Allá para someterse a la Justicia Divina, y mediante un auto juicio elegir, de acuerdo al veredicto, su destino futuro comenzando así un nuevo ciclo de reencarnación en el mundo material.
La pirámide de Kefrén y la Gran Esfinge de Giza. (Imagen: sites google.com) |
El antiguo Egipto Faraónico fue una civilización que se originó a lo largo del río Nilo y que alcanzó un largo ciclo de vida, que los entendidos terrenos estiman de una duración de unos 28 siglos, contando desde el inicio del Imperio Antiguo, en el año 2.686 a.C., hasta el término del periodo faraónico, con la Reina Cleopatra, la última faraona, en el año 30 a.C.
En el Egipto Faraónico histórico hubo cuatro períodos de grandeza y esplendor, seguidos, cada uno de ellos, por etapas de total decadencia, caos y violencia.
Según las revelaciones recibidas a través de Madrecita Laura Antonia, de parte de los Maestros de la Cosmogonía Universal, los períodos de grandeza y esplendor fueron logrados gracias a la sabiduría y justicia con que gobernaron estos Reyes. Y ello se debió a que contaron con la ayuda y guía de los Maestros de la Cosmogonía, Seres inteligentes y sabios que llegaron desde planetas con civilizaciones enormemente más avanzadas que la terrícola, y que, por Mandato del Divino Padre Creador, descendieron a la Tierra a civilizar al pueblo egipcio, así como a otros pueblos de distintos lugares de nuestro planeta. Estamos hablando de una época muy anterior al Diluvio de Noé, catástrofe ocurrida en el año 2.800 a.C.
La bajada a la Tierra de los Maestros de la Cosmogonía, llamados “Hijos de Dios” en la Biblia, está documentada en el libro Génesis, y ocurrió durante la civilización Atlante, que no solo existió en la isla Atlántida, narrada por Platón en sus diálogos Timeo y Critias, sino que abarcó toda la Tierra, con distintas razas humanas de gigantes. Los Moais de la Isla de Pascua, son los retratos de una de estas razas.
He aquí el testimonio de la bajada de los “Hijos de Dios” en Génesis 6:1 “Y habiendo comenzado los hombres a multiplicarse sobre la Tierra, y engendraron hijas, 2 Y viendo los “Hijos de Dios” las hijas de los hombres que eran hermosas, tomáronse mujeres las que escogieron entre todas”. (Bajaron a la Tierra los Maestros desde el Universo, y se mezcló la raza extraterrestre con la humana)
“3 Y dijo Dios: No permanecerá mi espíritu en el hombre para siempre, porque carne es, y serán sus días ciento y veinte años. 4 Y había gigantes sobre la Tierra en aquellos días, porque después que los hijos de Dios entraron a las hijas de los hombres y ellas tuvieron hijos, estos son poderosos desde la antigüedad, varones de fama”.
Pasan miles y miles de años y la avanzada civilización Atlante experimentó una lenta decadencia espiritual y moral, cayendo en el ateísmo, la violencia, el afán de poder y de dominio, el materialismo y la más abyecta maldad.
“5 Y viendo Dios, que era mucha la malicia de los hombres sobre la tierra, y que todos los pensamientos del corazón eran inclinados al mal en todo tiempo, 6 arrepintió se de haber hecho al hombre en la tierra. Y tocado de íntimo dolor de corazón. 7 Raeré, dijo, de la haz de la tierra al hombre, que he criado, desde el hombre hasta los animales, desde el reptil hasta las aves del cielo; porque me arrepiento de haberlo hecho. 8 Mas Noé halló gracia delante del Señor” …
Y así fue como vino el Diluvio cuando esa civilización corrupta no lo esperaba, y fue una catastrófica inundación mundial, que cubrió hasta la última montaña. Solo ocho personas fueron salvadas en el Arca, junto a muchas parejas de animales y aves.
Después del Diluvio, los descendientes de Noé se multiplican en Medio Oriente, especialmente en Mesopotamia, que la Biblia llama “la tierra de Sennaar”. Dice la escritura sagrada que los descendientes de Noé dijeron: Génisis 11:4: “Y dijeron edifiquémonos una ciudad y una torre cuya cumbre llegue hasta el cielo, y hagamos célebre nuestro nombre, antes de esparcirnos por todas las tierras. 5 Y descendió el Señor, para ver la ciudad y la torre que edificaban los hijos de Adam. 6 Y dijo: He aquí el pueblo es uno solo, y el leguaje de todos uno mismo; y han comenzado a hacer esto, y no desistirán de lo que han pensado, hasta que lo hayan puesto por obra. 7 Venid pues, descendamos y confundamos allí su lengua, de manera que ninguno entienda la lengua de su compañero”.
Por Mandato Divino bajan allí a la Tierra una vez más, en sus Naves Intergalácticas, Maestros de diferentes planetas y de distintas razas humanas: negros, blancos, rojos, amarillos, cobrizos; cada raza con su lenguaje propio característico. Estos Colonos Espaciales, todos de civilizaciones avanzadísimas del Universo, Maestros en todas las ciencias, dividieron en grupos a los descendientes de Noe y los llevaron en sus Naves a distintos lugares de la Tierra, para fundar nuevas civilizaciones, en las cuales los Maestros se mezclan con el género humano terrestre. Ese fue el origen de las actuales razas humanas de la Tierra.
Continúa el Génesis: “8 De este modo los esparció el Señor desde aquel lugar por todas las tierras, y cesaron de edificar la ciudad. 9 Y por esto fue llamado su nombre Babel, porque allí fue confundido el leguaje de toda la Tierra, y desde allí los esparció el Señor sobre la haz de todas las regiones”.
Todo esto sucedió algún tiempo después del Diluvio de Noé, ocurrido el año 2.800 a. C.
Es interesante hacer notar que los entendidos y estudiosos, arqueólogos, antropólogos e historiadores, señalan el año 3.000 a.C. como fecha probable del comienzo de importantes civilizaciones terrenas: Los Sumerios en Mesopotamia; otras razas del tipo ario en algunas regiones de Europa; Atenas, la civilización Micénica y la Egeo Cretense, Troya, Etruria, Egipto, India, China…Todas comenzando con reyes míticos, llamados “Dioses” por los hombres de la Tierra. De la mezcla de los Maestros, hombres y mujeres, con el género humano terreno, nacieron los semi dioses.
Las ricas mitología de Grecia y Egipto, Medio Oriente, India y China, son prueba de la bajada de los Maestros del Universo a la Tierra en épocas de renacimiento de civilizaciones. Pero ese interesante tema será motivo de otro ensayo, Dios mediante.
Pero habiendo abusado de vuestra paciencia, estimado lector y gentil lectora, ya es hora de volver al Antiguo Egipto.
Al bajar los Maestros de la Cosmogonía a Egipto fundaron, miles de años antes del Diluvio, a la Civilización Egipcia. Civilizaron al pueblo y organizaron un ejército para defender Egipto de los pueblos bárbaros vecinos, que intentaban invadir el territorio del reino.
Con tecnología extraterrestre y con ayuda del pueblo egipcio, construyeron la Pirámide de Keops, no como tumba de Reyes, sino como Templo de Iniciación, ya que en los Templos y en la misma Pirámide, se guardaba el saber y la Ciencia Divina de los Maestros. Personas especialmente elegidas, eran iniciadas en los llamados “misterios”, que eran solo la Ciencia Divina traída a la Tierra por los Maestros.
Ellos también construyeron los primeros Templo enormes, monumentales, con su tecnología avanzada y con ayuda del pueblo de Egipto.
¿Y por qué eran tan enormes y magníficos esos Templos de piedra, originalmente forrados en su interior con oro y piedras preciosas?
Porque los Maestros enseñaron a los antiguos Faraones que reinaron después y a todo el pueblo, sobre la grandeza y Omnipotencia del Padre Divino, Dios Todopoderoso, Creador y Constructor del Universo infinito y maravilloso, Obra Perfecta de Sus Manos. Por eso “Su Casa” en la Tierra debería ser grandiosa e inigualable. Además, todos los Templos egipcios, así como las Tres grandes Pirámides, de Chepos, Kefrén y Micerinos, estaban orientadas en relación a la Astronomía, que los Maestros enseñaron. Y no solo la Astronomía enseñaron, sino que también la Astrología, que era una ciencia exacta en ese tiempo, y también enseñaron otras ciencias.
Las tres Pirámides de Giza en Egipto: Keops, Kefrén y Micerinos. (imagen Educación un COMO) |
Entonces las Casas Sagradas que los Faraones construyeron como morada de Divino Creador en la Tierra, debían ser enormes, monumentales y el hombre terreno debería verse allí como simples hormigas o gusanos que somos, en relación a la Omnipotencia del Divino Padre Creador, Dios Todopoderoso:
Recreación entrada Templo de Luxor. (Imagen Qu Hist.) |
Las ruinas que hoy quedan del pasado esplendor…
Edfu – Templo de Horus |
Templo de Luxor. |
Templo de Edfú. |
Templo de Com Ombo. |
Templo de Luxor. |
El hombre de la Tierra debe humillarse ente su Progenitor Divino. Bienaventurado es el hombre que se humilla ante el Padre Creador.
¡Pero no ante los falsos dogmas de fe, creados por hombres que no han conocido jamás al Divino Padre Creador!
En la XVIII Dinastía faraónica de Egipto, año 1450 a.C.
El faraón Amemnofis II (1450 – 1424 a. C.) humillado haciendo ofrendas a Osiris. |
Al comienzo de nuestra Era:
El Divino Maestro Jesús, el Mesías, orando al Divino Padre Creador. |
El Divino Maestro Jesús, el Mesías reafirmó este concepto sagrado de la humildad ante los Mandamientos y Leyes de Padre Creador, que está Omnipresente en todas partes:
“El que se humilla será ensalzado y el que se ensalza, será humillado”.
“Bienaventurados los humildes de espíritu, porque de ellos es el Reino de los cielos.”
Y en el siguiente inmortal pasaje del Evangelio de Mateo:
El Divino Maestro Jesús el Mesías y la humildad de los niños. Cuadro de Karl Bloch. |
Mateo 18:1: “En aquella hora se llegaron los discípulos a Jesús, diciendo: ¿Quién piensas que es mayor en el reino de los cielos?
2 Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos.
3 Y dijo: En verdad os digo, que si no os volviereis, e hiciereis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
4 Cualquiera pues que se humillare como este niño, este es el mayor en el reino de los cielos” …
Y en Mateo 19: 13-14: “Entonces le presentaron unos niños para que pusiese las manos sobre ellos, y orase; más los discípulos los reñían. 14 Y Jesús les dijo: Dejad a los niños, y no los estorbéis de venir a mí, porque de ellos es el reino de los cielos”.
“Dejad que los niños vengan a mí, porque de ellos es el Reino de los Cielos”. (Imagen: the Atlantic.com) |
En el siglo XXI, en Chile:
Hermanos de la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, de La Pintana, haciendo la felicidad de los niños, al repartirles juguetes en víspera de Navidad.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
Madrecita Laura Antonia
Que hermosa demostración de como en toda civilización han bajado a la tierra los "ángeles" que son Maestros de la cosmogonía.Estos ángeles han guiado y ayudado a las civilizaciones a progresar, desarrollarse y avanzar en pro de ellos. Pero en toda época que han sido ayudados, luego de un apogeo cultural viene la debacle de esta producto de la soberbia de los hombres, que rechazan el mensaje que les fue entregado, el mensaje en su estado puro proveniente del Divino Padre Creador.
Y así como en las épocas pasadas, como lo profetizo el Maestro Jesús y la Profetiza Chilena Madrecita Laura Antonia, la actual civilización esta viviendo los descuentos, puesto que escrito esta que no quedara piedra sobre piedra. Así como las civilizaciones pasadas esta pasará a ser parte del pasado.
Martín
Es impactante ver como en los pueblos antiguos, las primeras grandes civilizaciones, como la egipcia construyeron grandes Templos en honor al Sumo Hacedor de todo, el Divino Padre Creador, ya que ellos fueron civilizados por Maestros de la Cosmogonía provenientes de mundos mas avanzados existentes en el Universo, sobre todo a nivel espiritual. Ellos les enseñaron la existencia de Dios Todopoderoso, a amarlo y a respetar todas sus leyes, y por sobre todo el verdadero valor de la Humildad. Porque debemos ser en primer lugar humildes ante el Padre Divino, Creador de toda la vida existente en el Universo infinito, creador de nuestros espíritus, que son eternos, pues la muerte no existe. Entonces, como no ser humildes frente ante esta gran Magnificencia? Esto era ampliamente entendido por los pueblos de antaño. Sin embargo en la actualidad la humanidad del Planeta Tierra ha perdido aquella humildad, se han vuelto soberbios y materialistas, no respetan la vida en ninguna de sus formas, han traspasado todos los límites por su afán siempre de ir más allá, y lo peor de todo es que han desconocido la existencia del Padre y han atropellado sus leyes sabias.
Debemos tener siempre presente las sabias enseñanzas entregadas por El Maestro de los Maestros, el Divino Maestro Jesús, el hijo Dilecto de Dios, uno de los espíritus más progresados del Universo, quien nos enseñó que debemos ser limpios de espíritu y humildes como los niños, si esto hubiese sido entendido por la humanidad terrena este planeta avanzaría en paz, en armonía con el Padre y con sus leyes perfectas. Pero lamentablemente el Hombre actual está ciego y sordo frente a la Verdad y se encuentra al borde del abismo.
Para todos aquellos que han sido humildes tanto de espíritu como de corazón, para recibir al Padre Celestial en su vida y comprender la Verdadera Ciencia Espiritual entenderán lo enseñado por los Maestros de la Cosmogonía que la Humildad es el primer y último paso para el progreso espiritual. Así Sea
“Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad. Amén.”
Hna. Lorena Perelló Verdugo
DESDE EL INICIO DE LOS TIEMPOS, EL DIVINO PADRE CREADOR A NOS HA AYUDADO PARA EL PROGRESO DE ESTE PLANETA
ENVIANDO ESPIRITUS PROGRESADOS DE MUNDOS SUPERIORES.
LA CIVILIZACION EGIPCIA FUE UNA DE LA GRANDES CIVILIZACIONES QUE FUERON AYUDADA POR LOS MAESTROS DE LA COSMOGONIA ENSEÑANDOLES DISTINTAS CIENCIAS Y SOBRE TODO LA EXISTENCIA Y GRANDEZA DE NUESTRO PADRE CREADOR
DIOS TODOPODEROSO.
LAS PIRAMIDES Y COLISEOS FUERON CONSTRUIDAS POR LOS MAESTROS Y AYUDA DE LOS EGIPCIOS EXISTEN HASTA EL DIA DE HOY, ESO DEMUESTRA QUE ESTAS ARQUITECTURAS SON DE OTRA TECNOLOGÍA DE OTROS MUNDOS MAS AVANZADOS.
FUERON CREADAS COMO LA CASA DEL DIVINO PADRE Y DONDE ESTABA GUARDADA EL VERDADERO MENSAJE, LA VERDAD DEL UNIVERSO INFINITO, TAMBIEN LA CIVILIZACION ATLANTE FUE GRANDIOSA EN SU SABIDURIA AYUDADA POR LOS MAESTROS
PERO COMO TODAS LAS GRANDES CIVILIZACIONES EL HOMBRE, SE VUELVE SOBERBIO, MATERIALISTA ADQUIRIENDO TAMBIEN UNA SED DE PODER EN LA CUAL NO RECONOCE AL DIVINO PADRE COMO CREADOR SUPREMO DE TODO LO QUE EXISTE Y ASÍ QUEDA EN TOTAL DECADENCIA Y CONCLUYE EN UNA AUTO DESTRUCCION, SOLO SERAN SALVOS DE ESTÁ, SUS HIJOS FIELES QUIENES SIGAN CUMPLIENDO SUS LEYES SABIAS Y PERFECTAS ASI SEA.
¡Gracias por esta entrada! es maravilloso el conocimiento y la majestuosidad de aquellas magníficas construcciones con que nuestro Divino Padre Creador fue venerado en los tiempos antiguos, la grandeza de la sabiduría plasmada en las columnas y murallas de cada uno de estos templos y tumbas con sus escritos han trascendido a través del tiempo y ahora nos cuentan como el Padre envió a espíritus de otros mundos a ayudar en su construcción y con conocimientos sobre diferentes materias.
Comencé a leer esta entrada y mi espíritu saltó de alegría, esas enormes columnas magníficamente decoradas, esos templos magníficos y que dejan tanto conocimiento de nuestro Creador, de cómo vivían y respetaban sus leyes sabias y perfectas. Esas Estatuas gigantescas nos recuerdan a nuestros ancestros y especialmente la grandeza de nuestro Creador, nuestro Amadísimo Padre.
Gracias una vez más porque el conocimiento adquirido a través de los siglos y que es reafirmado en estos tiempos gracias a la Profeta del Apocalipsis, nuestra Madrecita Antonia y los Maestros permite que cada día podamos entender cuál es la misión de nuestros espíritus reencarnados en esta era.
Con Humildad y admiración hacia nuestro Padre Amado, continuaremos en este camino de luz.
Alondra
Lamentablemente, la historia se repite. El género humano vuelve a incurrir en los mismos errores y excesos que en civilizaciones anteriores. El Divino Padre Creador en su infinita bondad otorga nuevas y reales oportunidades a los hombres para su desarrollo espiritual.
Luego de la magnificencia surgida en cada civilización, aflora entre los hombres la envidia, las ansias de poder, la inmoralidad, el materialismo y tantas otras barbaries que terminan por destruir su vida en el planeta. Así, la actual civilización se encuentra a poco de derrumbarse, considerando que no sólo han florecido los defectos antes mencionados, sino que también, el atentado continuo del hombre hacia el medio ambiente, como la desforestación, contaminación y erosión que hoy tienen al planeta asfixiado.
La Tierra está por rendirse y sacudirse de toda la maldad imperante!!….Oremos y materialicemos obras de bien, para que seamos dignos de su salvación.
Así Sea
Atenea
Hermana Andrea R.C.
Como indica el texto de las pirámides, fueron creadas por un propósito religioso, dejando una enseñanza en su contrición que han persisto hasta hoy.
Por mandato Divino, vinieron seres superiores, es decir ángeles y mensajeros. Fueron destinados con el firme propósito de guiar a la humanidad, que en esos días Vivian de forma primitiva. Gracias a su intervención, la humanidad fue enriquecida con conocimiento tanto científico y espiritual, dando un gran salto, en la arquitectura, astrologuita, agricultura, en diferentes ciencias. Gracias a estos guías, el hombre aprendió la importancia del equilibrio universal y apreciando el significado la esencia de la vida. Lamentablemente debido a los caprichos y falta de humildad y poco amor. Perdimos estos contactos sumergidos en una larga oscuridad, dejando los vestigios su contracción impregnada de un inmenso conocimiento, que hasta hoy el hombre no ha podido descifrar.
Dios, es decir El Divino Padre Creador, en su inmensa misericordia, nos envía sus mensajeros, otorgándonos una estela de luz, para que así de apoco despertemos nuestros espíritus encarrilándonos de apoco al camino espiritual, abriendo nuestra mente al conocimiento y al amor.