“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”
Hoy 2 de octubre de de 2018, con la Gracia de nuestro Divino Padre Creador, se cumplen 51 años de vida de nuestra bendita Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, fundada por un Maestro de la Cosmogonía, Ángel Mensajero del Divino Maestro Jesús el Mesías, el que por orden del Divino Padre Creador, se incorporó en espíritu en la materia de la ciudadana chilena doña Laura Antonia Alcaino Pozo, mediante un trance mediúmnico-profético, quedando ella instituida en ese momento como la “Hermanita Antonia”, más tarde llamada “Madrecita Laura Antonia” por los Maestros, la profeta del Apocalipsis, la “Nueva Jerusalén” de las Sagradas Escrituras.
Fue así como el 2 de octubre de 1967, en Santiago de Chile, quedó fundado por Mandato Divino el Centro Espírita Paz y Amor, hoy nuestra Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, institución sagrada religiosa y profética, mediante la cual los Ángeles y Arcángeles, Mensajeros Divinos, han traído nuevamente a la Tierra desde distintos confines del Universo, el mismo Mensaje Sagrado de la Verdadera Palabra de Dios, que recibieron y enseñaron otrora, los Profetas bíblicos y nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías.
En el siglo XX, por la Voluntad Omnipotente del Padre Creador, este Mensaje fue recibido en Chile por Madrecita Laura Antonia, “Puente Espiritual” entre el plano espiritual superior y nuestro plano físico, lo que permitió a nosotros sus discípulos, recibir directamente de labios de los Maestros y en perfecto castellano, este Mensaje Sagrado de Verdad en su pureza original, sin las tergiversaciones que ha debido sufrir el Evangelio del Maestro Mesías a través de los siglos, por acción de los Anticristos.
Así como el Maestro de los Maestros en su tiempo, predicó este Mensaje Sagrado y Eterno para todo aquel que quisiera escucharlo, sin obligar a nadie a seguirlo, así también nosotros, los humildes siervos, hemos reiterado el verdadero Mensaje del Maestro Mesías, en el siglo XX y comienzos del XXI, dándolo a conocer a través de prédicas públicas en los primeros años, y luego por Internet, en nuestro sitio: “Google, Madrecita Laura Antonia y sus Profecías”, hasta el día de hoy.
Han pasado muchas personas por nuestra Sede, pero son pocos los que han recibido este Mensaje de Luz y Verdad en sus espíritus y han perseverado en la Senda. Porque ya lo dijo el Maestro: “la puerta del Reino de los Cielos es estrecha, pero ancha la puerta que lleva a la perdición”. Y también enseñó: “Serán muchos los llamados, pero pocos son los escogidos.”
Este Aniversario número 51 nos encuentra fortalecidos en la fe, pues muchas de las profecías de Madrecita Laura Antonia se han cumplido paulatinamente, y muchos son los testimonios espirituales maravillosos que hemos recibido de la Verdad que nos ha sido revelada desde Lo Alto por la Gracia del Divino Padre Creador.
Además, el ateísmo y materialismo, la impiedad y el libertinaje, el armamentismo nuclear y la actual guerra comercial, mas el caos telúrico y meteorológico, nos muestran la proximidad del Día Final o Día de Yahvé.
A los hermanos y hermanas que componemos nuestra bendita Congregación nos queda solo seguir adelante laborando en la sociedad de nuestro país, y orar, servir, alabar y bendecir a nuestro amadísimo Divino Padre Creador, cumpliendo Sus Mandamientos, contenidos en nuestros Estatutos, entregados desde Lo Alto por los Maestros, y que señalan en primer lugar “Amar al Divino Padre Creador por sobre todas las cosas, con fe viva e indestructible, sin debilidades, a prueba de sufrimientos”. En segundo lugar, “De Dios la Voluntad” nos ha revelado nuestro Divino Maestro Jesús, por lo que no debemos revelarnos jamás contra la Justicia Divina.” Y tercero: “Amar y respetar al prójimo”. Luego siguen los demás mandatos hasta completar veinte.
Por lo tanto, con el Amor a nuestro Padre Amadísimo en nuestros espíritus y corazones, así como también bendiciones al Maestro, a Madrecita, a nuestra Profeta Sucesora y a los Maestros de la Cosmogonía, y llenos de amor fraternal entre nosotros y nuestros prójimos que merezcan ser amados en justicia, seguimos adelante como peregrinos hacia la Meta señalada, esperando en paz el Día Final, “que habrá de llegar como un ladrón en la noche”.
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”.
Madrecita Laura Antonia
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