FARAÓN AKENATON, PROFETA DEL DIVINO PADRE CREADOR.

XVIII DINASTIA de Egipto, 1353-1336 a.C.

Horizonte de la Verdad.

En aquel atardecer, el Sol danzaba ya sobre el horizonte y el efecto de ese sutil movimiento, eran los rojizos y anaranjados colores que se reflejaban sobre el Nilo; dando al entorno un esplendor único, y como el más grande de los espejos retrataba el hermoso paisaje de aquel reino próspero, creciente en cultura, verdad y justicia. Toda esa belleza era digna de un país gobernado bajo las leyes perfectas del Verdadero Dios, a quien, en ese momento, desde el balcón de su palacio, el soberano faraón Akenatón agradecía la protección, veneraba su representación como el disco solar e imploraba su Justica y alzando sus brazos al cielo con amor lo alababa…  – ¡Oh Grandísimo Atón ¡- 
Faraón valiente, obediente a los mandatos Divinos, de un día para otro terminaste con toda la mentira que por siglos mantuvo a Egipto en la oscuridad, y como buen siervo del Padre acabaste con más de dos mil falsos dioses. Como admirable profeta mostraste la claridad a tu pueblo y nos guiaste bajo la luz Omnipotente de nuestro Padre Divino, terminaste con las injusticias de los sacerdotes y equilibraste la balanza ayudando a los más desprotegidos. Realizaste cambios culturales con la claridad que brotaba de tu noble espíritu, aquellos oscuros y tenebrosos templos antiguos que en su interior albergaban la desdicha de una falsa adoración a dioses inexistentes, dioses creados por la maldad y ambición materialista de hombres que tenían petrificados sus espíritus, así como aquello que enseñaban. Todos esos templos acabaron desolados por ti y fueron ocupados como lugar de enseñanzas para tu pueblo y así poder elevar su nivel moral y cultural.
Faraón cercano, cambiaste la antigua ciudad de Tebas ya podrida por esa cultura y enseñanzas equívocas y te mudaste a una nueva y próspera. Construiste la ciudad de Ajetatón que hoy es nombrada Amarna y fue así como prosperó con tu sabiduría y nació el nuevo templo al Dios Verdadero, el cual no tenía tejado; para que de esta manera los rayos y la luz del disco solar cubrieran cada rincón; esta luz hermosa de la verdad que debía llegar a todo aquel espíritu de buena voluntad que quisiera buscar a nuestro Padre Creador. Fiel faraón, qué sabiduría de tu parte al construir y representar de esta forma el templo, un templo abierto, sin mentiras, sin ocultismos mostrando la luz de la Verdad a tu pueblo.
Que hermosa familia te entregó nuestro Padre Divino para tener a tu alrededor, con esas pequeñas niñas corriendo por los pasillos del templo iluminado. Akenatón, esas eran tus hijas; nacidas de tu amor incomparable a tu amada esposa Nefertiti, compañera inseparable, quien junto a su hermana Neftis y a su querido padre Ay, te ayudaban a guiar tu reino por el camino verdadero. Que florecientes tiempos fueron aquellos, después de vivir por más de tres mil años bajo la oscuridad de falsos dioses, estos diecisiete años sin duda tuvieron la majestuosidad de lo Divino.
Sin embargo, querido Faraón, estos diecisiete años también estuvieron marcados por la maldad que germinaba cada vez más en los corazones de aquellos hombres, consumidos por la ambición y la venganza. Aquellos sacerdotes enemigos del Verdadero Dios, intrigaban desde las profundidades de algún oscuro templo que quedó por desolado en Tebas, anidando ahí las ideas de volver a dar vida a sus antiguos dioses y poder recuperar sus puestos de poder. Finalmente, sus malvados pensamientos triunfaron sobre ellos y comenzaron a dar forma a sus bajos sentimientos, ¿Cuánta perversidad se puede alojar en aquellos espíritus consumidos por el odio y el materialismo?… Es verdad, no podían luchar de forma justa contra lo Eterno; no tenían argumento alguno para luchar contra lo Divino, quedando como única opción sacar de escena al representante de la Verdad.
Recuerdo aquellos imborrables años de su gobierno, en los cuales se conoció al Verdadero y Único Dios, -El Divino Padre Creador- nombrado en ese tiempo -Atón- como en otras civilizaciones fue llamado -Eloim- Oannes- Yavhé- Y fue aquel joven faraón junto a su esposa Nefertiti y toda su familia; quien recibió el mandato de dar a conocer la Verdad.
El atardecer seguirá por siempre otorgando sus magníficos colores, reflejos de la belleza de la Creación y en cada uno de esos atardeceres; día a día podremos contemplar que en ellos está el hermoso horizonte de la Verdad Divina…

…Los esplendorosos atardeceres que observamos hoy junto a su horizonte, son los mismos de aquellos tiempos de Akenatón, el faraón profeta del Divino Padre Creador.

Rostro de Akenatón. Obra del escultor real Tuthmose


Nefertiti esposa de Akenaton y reina de Egipto. Obra del escultor real Tuthmose

Esta ha sido nuestra Elegía al faraón Akenatón, Profeta del Divino Padre Creador.
Hermano Juan Silva Carvajal. — Gloria al Divino Padre Creador por los siglos de los siglos.
Madrecita Laura Antonia

3 Comments

Anónimo

En distintas épocas de la humanidad, nuestro amadísimo Divino Padre Creador en su infinita misericordia, ha enviado a la Tierra espíritus progresados, con la misión de mostrar la única verdad del Universo, la Luz que emana desde lo Alto para sacar a la humanidad de las tinieblas y guiarlas por el camino del bien, por el círculo de Sabiduría Belleza y Justicia y darnos la oportunidad de progresar espiritualmente. Pero esta mal llamada civilización no ha querido ver ni oír a estos Mensajeros Divinos como los antiguos Profetas, al Divino Maestro Jesús, el Mesías que vino para dar a conocer la existencia del Sumo Hacedor con un mensaje de amor y salud para nuestros espíritus: “Amar al Divino Padre por sobre todas las cosas y al prójimo como a sí mismo”.

En esta Era Dios Todopoderoso envió a la Profeta del siglo XX, Madrecita Laura Antonia, para actualizar el mismo mensaje traído por los profetas y por el Divino Maestro Jesús, pero nuevamente, en su porfía, esta humanidad no quiso escucharla. Fue atacada, perseguida por espíritus retrasados que prefieren seguir sumidos en la ignorancia, atados a las cadenas de los dogmas de las falsas religiones que han sido cuna de la inmoralidad en la que se encuentra sumida esta civilización.

Pero cuando llegue el “crujir de dientes” aquellos que estuvieron en contra de todos estos espíritus misioneros enviados por el Padre Creador se darán cuenta de la Verdad, pero será demasiado tarde para ellos . La Verdad siempre triunfa.

“Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad”

Hermana Lorena Perelló Verdugo.

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Anónimo

Han pasado siglos de su estadía y al escuchar el relato que Monseñor nos ha narrado no puedo dejar de comparar la venida de nuestra Madrecita Laura Antonia, Profeta del Divino Padre Creador en la Era Apocalíptica de esta mal llamada humanidad.

Como se fue conjugando toda su vida en ese momento y vemos como ella vivió lo mismo que Akenaton.

Llegó placida y serena iluminando cada espacio donde ella estaba, venía con la misión Sagrada y Divina de dar a conocer la Luz para iluminar a la humanidad y sacarla de la oscuridad en que se encontraba durante siglos.

¿Con que se encontró? Con el hombre materialista, dominado por los dogmas perversos de las religiones que lo han mantenido en la ceguera mas absoluta, con un libre albedrío desbocado a las mas bajas pasiones. No quiso conocer la verdad, una verdad que le entregaría la libertad para obrar bien en todo momento de su vida y no estar sometido a las mentiras y falsedades dichas por los religiosos. Así como vino el Divino Maestro Jesús a enseñar la existencia de Dios, de sus leyes sabias, perfectas, mostrando un camino recto sin desvíos, lleno de amor para poder progresar espiritualmente conociendo la verdad mas absoluta. Así como Akenaton, el Divino Maestro Jesús y Madrecita Laura Antonia ellos fueron los portaestandartes de la Luz Divina y la entregaron a manos llenas.

Cuan distinta sería esta Tierra si hubiesen escuchado el mensaje sagrado dicho por los profetas. De haber seguido sus estatutos, sus reglas morales , no estarían en el caos que hoy se encuentran, lo peor de todo fue no haber reconocido al Divino Padre Creador como único dueño y señor de todo lo que existe, nos creó a su semejanza, somos sus hijos y le debemos amor y respeto por todo cuanto nos ha dado. Sería una utopía pensar que va a cambiar, a esta altura es difícil.

“Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y Paz a en la Tierra a los hombres de buena voluntad “

Hermana Gioconda Verdugo.

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Anónimo

No me quedan muchas palabras para escribir, ya que es Hermoso este relato de uno de los Profetas Fieles de Nuestro Divino Padre Creador, en aquellos tiempos de Egipto corrupto y lleno de ambiciones sin sentido. Donde este gran profeta fue enviado a dar a conocer la Luz como bien se describe en esta bella entrada.

Me ha dejado sorprendido, pero es una sorpresa placentera el poder leer esta entrada, que siento que ha sido redactada con mucho amor.

Sin más palabras agradezco poder leer este hermoso texto

Dejo mis felicitaciones al hermano autor de esta entrada y a todos los hermanos escritores, ya que nos llenan el corazón con sus palabras.

Bendito sea Nuestro Divino Padre Creador. Así sea.

"Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad"

Hno. Cristian Navarro.

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