Hacemos un emocionado recuerdo de Madrecita Laura Antonia
Sus discípulos la recordamos con amor, en el 9° Aniversario de su Tránsito al Reino de los Cielos, el 24 de diciembre de 2003.
El domingo 30 de diciembre, a las 17 horas, todos los integrantes de nuestra Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, realizamos una Romería a la sepultura donde reposan los restos físicos de quien fuera nuestra Fundadora, Guía Espiritual y Profeta del Divino Padre en la Tierra en la Era del Apocalipsis, que comenzó en el siglo XX.
Ella vino a dar el grito de alerta a la Humanidad, anunciando que en 1972, comenzaba la cuenta regresiva para esta Civilización, y se empezaban a cumplir las Profecías antiguas de la Biblia. Además, desde 1972 ella comenzó a Profetizar todos los acontecimientos catastróficos del Apocalipsis, que van marcando la agonía de esta humanidad impía y tecnológica, y que habrá de terminar en el Día Final o Día de Yahvé, del cual solo el Padre sabe cuándo será el Día y la Hora. Sus Profecías han aclarado el sentido de la profecías Bíblicas, y todas se han ido cumpliendo a través de cuarenta años, con lo que ha quedado demostrado que ella fue una verdadera Profeta de Dios.
En nuestro Blog, hemos querido rendir un homenaje a nuestra Madrecita Laura Antonia, recordando su obra artística, para lo cual hemos preparado el siguiente artículo para ustedes
Parte 2 El Sillón de la Divina Jerarquía.
Desde la Fundación del Centro Espírita Paz y Amor, que hoy es la Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, Madrecita Laura Antonia participaba en las Cadenas Sagradas de Oración de los días jueves, a la que asistían, además de los prosélitos de nuestra Religión, también los hermanos enfermos que seguían tratamiento de sanidad espiritual o física, por los Médicos Astrales en nuestro Centro.
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Antes de comenzar la Cadena, ella tomaba asiento en un sencillo sillón sin brazos, de alto respaldo y que estaba tapizado de un género color verde claro. Luego de formada la Cadena por los asistentes, intercalados un hombre y una mujer y tomados de las manos, se apagaban las luces y en total oscuridad, se daba comienzo a los cánticos y oraciones a nuestro Divino Padre Creador.
Pronto la Madrecita experimentaba un trance total o cataléptico y al incorporarse o tomar materia un Maestro o una Maestra de la Cosmogonía, su cuerpo se llenaba de luces de una energía electromagnética, que se veía como puntos luminosos de color verdoso. El Maestro incorporado daba enseñanzas morales, amonestaciones y consejos, en correcto castellano, para los hermanos en general, o llamaba por su nombre a algún hermano o hermana de la Cadena, para que concurriera al lado del sillón donde estaba La Madrecita y el Maestro incorporado. Esta fue la norma hasta el año 1973. En mayo de ese año, Madrecita estableció su nuevo hogar en La Villa Huertos José Maza de La Pintana, donde iniciamos nuestra vida común, como matrimonio, con sus tres hijos menores, y se estableció en ese lugar, la nueva Sede de la Congregación. Allí participaba ella solo esporádicamente en las Cadenas de los hermanos, y las más de las veces, las incorporaciones se realizaban en el interior de su hogar. En 1983, nos trasladamos a vivir a Santiago en la comuna de Ñuñoa y fue allí donde Madrecita estableció su taller de modelado artístico, en el año 1987. Entonces ella concibió la idea de decorar el sillón de las Incorporaciones, para dejarlo como un recuerdo de su Misión Profética en el siglo XX. Se le colocaron brazos al sillón y modelamos sobre él Ángeles y flores, tapizando asiento y respaldo con felpa roja. En el centro del respaldo y en medio de los Ángeles se puede ver el “Árbol de las Vida” con 12 frutos y que según el libro Apocalipsis de Juan Profeta, está colocado en el centro de la Plaza de la Ciudad Nueva Jerusalén, donde están los Tronos de Dios Padre Creador Todopoderoso y del Cordero, que es nuestro Divino Maestro Jesús, el Mesías. (Apocalipsis Cap. 22. Vs. 1, 2 y 3).
“Gloria al Divino Padre Creador en las alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad.”
Madrecita Laura Antonia
No hubo nadie como Ella aqui en la Tierra, todas las condiciones que exteriorizó en cúmplimiento de su Ministerio Profético, la hacen ser digna de ser llamada y reconocida cómo Profeta de Dios.
Que el Divino Padre Creador la Bendiga, ahora y siempre, y por los Siglos de los Siglos. Amén