Las Reglas Morales nos señalan la forma de cómo debemos comportarnos en la vida cotidiana. Cada hermano deberá seguir fielmente estás enseñanzas dejadas por los Maestros de la Cosmogonía, por orden de nuestro Divino Padre Creador, a través de las Incorporaciones en Madrecita Laura Antonia para que sus hijos fieles puedan progresar espiritualmente:
1 Debéis amar al Divino Padre Creador por sobre toda las cosas con fe viva e indestructible, sin debilidades, a prueba de sufrimientos.
2 Los obstáculos que se os presenten para servir al Divino Padre Creador, debéis superarlos con el amor que le debéis. Que no sean los seres aun sujetos a vosotros, los que se interpongan en vuestro camino: Jueces ni Ministros, Patrones, madre, mujer ni hijos; porque bien sabéis, al mundo llegasteis solos y tendréis que marcharos algún día solos, por que sois un espíritu del Padre, cada uno de vosotros, un espíritu inmortal e individual.
3 Debéis estar bien con el Padre Divino, no con los hombres. El Padre Divino es Infalible. Los hombres son ignorantes e imperfectos.
4 Vosotros podéis ser sabios, si os empeñáis en reconocer al Divino Padre, siguiendo nuestras enseñanzas, dejando de ser hombre materia, para ser espíritu-hombre, dejando de lado numerosas pequeñeces que os hacen desviaros del camino del Padre Creador..
5 Debéis revestiros con vuestra propia luz, así llegareis algún día a alcanzar la luz mayor. Que no encandilen vuestros ojos luces aparentes, las cualidades externas de los seres humanos, que son inexistentes y que se disipan en el vacío y ciegue tu razón. Recordad que sois hijos del Divino Padre Creador y vosotros todos sois hermanos e hijos de nuestro Padre Celestial.
6 Debéis girar siempre en el Círculo del Divino Padre Creador: El Círculo de Sabiduría, Belleza y Justicia.
Para ello debéis arrancaros:
a) El orgullo y la soberbia y ese amor propio y no amor al Divino Padre Creador.
b) No demostréis importancia, apartaos del vano orgullo.
c) No alberguéis en vuestros espíritus la soberbia, que ciega la razón. El soberbio siempre quiere vencer a quien considera inferior y siempre irá arrastrando injusticia, cólera y rabia.
d) No debéis mirar a nadie con desprecio.
e) Debéis arrancaros los prejuicios, que son hipocresía y necedad.
f) Debéis arrancaos la envidia, los malos pensamientos, que atentan contra la verdad, contra la justicia.
g) Matad de vosotros de raíz la envidia.
h) Debéis arrancaros el egoísmo, que significa egolatría y perdición.
i) Venced las pasiones, los instintos y hacedlos virtudes.
j) Dejad atrás las miserias humanas.
7 Debéis todos tener un mismo pensamiento. Debéis ser todos un mismo instrumento de progreso. Así no se cortaran vuestros fluidos ni entraran en vosotros influencias extrañas.
8 Buscad la justicia primero, el bien común después y por último el provecho propio.
9 Debéis ser justos, sinceros con vosotros mismos y sinceros con el Divino Padre, único Dueño y Señor de todos los espíritus.
10 Debéis ser afanosos en trabajo y justicia, incansables en trabajo. El Divino Padre en cambio, les dará la vigorosa fortaleza de su amor Único y Verdadero.
11 Por sobre todas las cosas, debéis hacer imperar la Razón en todos vuestros actos y encontrareis así la Justicia y la Sabiduría del Divino Padre Creador.
12 Debéis razonar antes de decidir cualquier situación y encontraréis así la Verdad.
13 Trabajad sin cansancio, sin desmayar jamás por vuestra causa común, aunque seáis humillados, aunque corráis un calvario horrible, soportad con infinita humildad.
14 Debéis ser siempre fieles, calientes y no tibios, ni mediocres.
15 Debéis ser sincrónicos y no sincréticos.
16 Si habláis de amor fraternal, debéis practicarlo primero. Así no se quebrará tu voz al sentir lo que dice tu boca, no lo que siente tu espíritu.
17 Debéis ser despreocupados de las vidas ajenas, e interesarse solamente en los hechos ajenos que necesiten de vuestra ayuda y que la Ley les pondrá en el camino para vuestro progreso espiritual.
18 No os afectéis por ningún hecho, ni aun por la misma muerte. Nada debe afectarnos ni haceros retroceder, porque ya conocéis la especie humana que es imperfecta.
19 No hagáis daño a nadie.
20 Debéis hablar poco, observar mucho y obrar sin cesar siempre.
21 Debéis tener rectitud de conciencia, que les dará la verdadera tranquilidad.
22 Debéis tener el deseo de ser útiles a vuestros semejantes.
23 Debéis practicar la humildad, sin rebajamientos ni servilismos.
24 Debéis estar siempre cautos y advertidos.
25 No os abandone nunca la serenidad.
26 Estudiad nuestras enseñanzas.
27 Llevad con dignidad la túnica blanca que poseéis.
28 Debéis ser disciplinados y obedientes, amables y sinceros.
29 Si los enemigos os atacan con violencia, resistid el ataque, en legítima defensa por el bien, pero sin ensañamiento y sin causar la muerte a un semejante. Solamente debéis defenderos.
30 Debéis luchar contra el mal con un buen consejo, y si no os obedecen y atacan en contra de ustedes, debéis defenderos, solamente debéis defenderos.
Gloria al Divino Padre Creador en las Alturas y paz a los hombres de buena voluntad, así sea.