Este Mensaje Sagrado está dirigido a toda la humanidad actual, que vive los Últimos Tiempos:
Madrecita Laura Antonia dice: El hombre se está destruyendo a sí mismo. El 16 de agosto de 1987 recibí, en un sueño profético, la siguiente Revelación: Por Mandato del Divino Padre Creador, una Voz desde Lo Alto, me ordenaba modelar una Copa, con varias manos crispadas que se estaban hundiendo en Ella. Esta Copa representa la Ira del Divino Padre Creador, y a la humanidad impía pereciendo en ella. Esto es lo que está sucediendo en estos días en la Tierra. Se me ordenaba difundir esta imagen a toda la humanidad terrestre. Con la confección de esta Copa de la Ira Divina, se están cumpliendo las Profecías de Jeremías profeta, David y de otros Profetas del Antiguo Testamento, así como también del Divino Maestro Jesús, el Mesías y de Juan Apóstol Profeta, del Libro Apocalipsis, y mis propias profecías hechas en el siglo XX, por Mandato del Padre Divino en la Era del Apocalipsis, que aclaran y completan las profecías bíblicas.
La Copa de la Ira Divina modelada por Madrecita Laura Antonia, la Profeta Chilena del Apocalipsis por Mandato Divino, se está derramando en estos días -Julio 2021- sobre todas las naciones del planeta Tierra.
Covid-19 (news.google.com-covid19) Todos los países.
Total de casos: 3.632.274.658 Muertes: 4.084.757
Personas completamente vacunadas: 1.003.596.297
Publicado en internet 18-07-21
Profecías de Madrecita Laura Antonia publicada en la revista Astral N°1 de mayo de 1972 en Santiago de Chile.
Profecías genéricas sobre el fin de los tiempos:
Habrá fenómenos meteorológicos que han de traer destrucción y muerte.
Continuarán las guerras y la violencia.
Habrá enfermedades de origen radioactivo para las cuales el hombre no encontrará remedios.
Habrá hambre y mortalidad.
Habrá fuertes temblores que sacudirán la Tierra.
Harán erupción casi todos los volcanes de la Tierra.
Estas profecías genéricas se han ido cumpliendo puntualmente, desde 1972 durante 49 años a la fecha actual julio 2021.
Falta por cumplirse:
⦁ Serán destruidas casi todas las ciudades de la Tierra y la ciudad de la Bestia 666 nombrada en el Apocalipsis de Juan Apóstol será destruida.
⦁ Y llegará el Día Final de la humanidad, donde el Divino Maestro Jesús junto a sus Ángeles bajará a rescatar a los hijos fieles del Divino Padre Creador.
Además, Madrecita publicó muchas profecías específicas sobre acontecimientos en Chile, sobre la Guerra Nuclear, y sobre el Día Final de la humanidad.Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén, La Pintana, Santiago Chile.
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Aviso: La Congregación Espiritual de la Nueva Jerusalén no tiene sucursales ni filiales en Santiago de Chile ni en otras ciudades de la Tierra. Es Única y funciona en el mismo lugar que pisaron los pies de Madrecita Laura Antonia la Profeta de Dios, la Parcela Templo donde estuvo su hogar y desde donde desempeñó su ministerio religioso y profético por Mandato Divino, desde 1973 a 2003 fecha de su fallecimiento. Esta Sede original funciona en calle Los Cipreses 2639, de Villa Huertos José Maza de La Pintana, Santiago, Chile.
Gloria al Divino Padre Creador en la alturas y paz en la Tierra a los hombres de buena voluntad
Debemos agradecer cada día a nuestro Padre Divino por habernos permitido conocer la Luz y la Verdad que trajo Madrecita Antonio a este mundo.
Esta profecía, como muchas otras, se están cumpliendo exactamente como ella lo profetizó hace muchos años atrás, sin embargo aún hay muchos ciegos que no pueden verlo, que siguen con su soberbia creyendo ser los dueños de este mundo, siguen valorando tanto el materialismo, sin darse cuenta que solo son microscópicos seres, frente a Nuestro Padre Divino.
Si tan solo se dieran cuenta que el Padre es todo Justicia y que todo lo que está pasando en el mundo en estos momentos, es porque la humanidad se lo merece, porque el hombre no ha sido capaz de entender la Verdadera Ciencia del Padre y seguir sus Mandamientos, sino que solo se han dedicado a aumentar su materialismo y destruir este hermoso planeta, que el Padre nos prestó para que pudiéramos progresar.
Ya no queda más que alabar al Todo Poderoso y agradecerle por entregarnos la luz en estos ya últimos tiempos de la humanidad.